Conceptos de nutrición en el manejo alimentario de las colmenas, justificación de la alimentación con Promotor L.
La totalidad de los organismos pluricelulares como lo son las abejas (Apis mellifera) requieren del aporte externo de alimentos para poder llevar a cabo tanto sus funciones fisiológicas de mantenimiento, crecimiento y desarrollo, como de producción.
Para ello obtienen naturalmente de las flores compuestos como el néctar y el polen, que las proveen de los componentes nutritivos necesarios para la vida.
Si entramos en profundidad en el tema podemos dividir a esos requerimientos en dos, aportes energéticos y los aportes proteicos.
Aportes energéticos
En cuanto a los aportes energéticos, son los que les permitirán a las abejas poder realizar las tareas de vuelo, producción de calor, realización de los trabajos etc. Las abejas obtienen los aportes energéticos del néctar de las flores o de la miel acopiada dentro de sus colmenas. La miel solo provee de aportes energéticos a través de los azucares (hidrato de carbono), sin tener casi ningún aporte proteico. La abeja desdobla esos azucares para obtener la energía necesaria para sus actividades físicas.
Aportes proteicos
Los aportes proteicos son los que les permitirán desarrollar sus músculos y tejidos corporales como también las glándulas hipofaringeas.
Además con los aportes proteicos las abejas generan reservas corporales para luego ser utilizadas con diversos fines ya que tienen la capacidad de poder trasladar esas reservas de un lado a otro del cuerpo.
Un ejemplo de esto es que cuando la abeja nodriza deja de producir jalea real, la proteína de las glándulas hipofaringeas es trasladada a las glándulas cereras y posteriormente será destinada a la producción de músculos para el vuelo en la etapa de pecoreadora.
Todo esto demuestra la gran importancia que tienen los aportes proteicos en la dieta de la abeja, y su consiguiente almacenaje tanto en la colmena como en su cuerpo por intermedio de los cuerpos grasos, para poder realizar sus tareas en forma eficiente.
Si tenemos periodos críticos en los cuales no existe aporte proteico, las nodrizas no podrán desarrollar sus glándulas hipofaringeas con las que alimentan las crías por lo que las abejas adultas se verán en la obligación de movilizar reservas corporales para la alimentación de las crías. El problema radica en que esto solo lo pueden hacer por cortos periodos, con lo que si continua la escases de aporte proteico se achicara el nido de cría.
Otro dato de interés es que cuando hablamos de blanqueo o producción de cera, la abeja puede producir cera a partir del néctar y de la miel, pero si no ha tenido el aporte proteico suficiente para que se desarrollen correctamente las glándulas cereras, no habrá producción de cera.
El consumo de polen por parte de la colmena varia en forma directa a la cantidad de crías a alimentar y por consiguiente varia con la época del ano.
Cabe destacar que aquellas abejas que han sufrido desnutrición proteica tendrán una vida útil más corta, por lo que se ha demostrado la estrecha relación entre un buen aporte proteico y una mayor duración de vida.
Los aportes proteicos las abejas los obtienen del polen al que acopian en primera instancia y luego lo predijieren para obtener finalmente ese aporte de proteínas, con la formación del pan de la abeja.
Aportes vitamínicos.
Como ya sabemos todos los organismos pluricelulares necesitan del aporte de una variedad de vitaminas necesarias para realizar adecuadamente todas sus funciones fisiológicas.
Estos requerimientos vitamínicos de la abeja se ven satisfechos con el aporte de polen ya que el mismo contiene las cantidades de vitaminas requeridas por la abeja.