Apicultura Wiki
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Juan Álvarez Guerra fue un escritor y político que nació en Zafra y murió en Madrid en 1845. Aunque estudió derecho su afición se dirigió enseguida por la agricultura, colaborando en El Semanario Patriótico que dirigía Quintana.

Luchó en la guerra de la Independencia como soldado y parece que asistió en Cádiz a las sesiones del Café Apolo, pues en esta ciudad publicó Modo de extinguir la deuda pública (1813), donde defiende las ideas desamortizadoras, lo que sin duda le ayudó a acceder al Ministerio de Gobernación.

En uno de tantos vaivenes políticos, de allí pasó directamente al penal de Ceuta donde tuvo como compañero y amigo a Argüelles. Elegido en 1820 diputado por Extremadura, en 1823 fue nombrado miembro de la Academia Nacional en la sección de Ciencias Físico-Matemáticas; prócer del Reino en 1834, del 7 de junio al 14 de septiembre del año siguiente fue Ministro de Fomento; miembro luego del Consejo de Estado, de 1837 a 1840 fue Director General de Correos. Además de la obra citada, en 1820 la Sociedad Económica de Valladolid publicó su Tratado de las reformas del trillo, compuso también Memoria sobre el cultivo del arroz y Código rural. Sin embargo es más conocido como traductor del Curso completo o Diccionario Universal de Agricultura editado en Madrid entre 1797 y 1803, cuyo extenso contenido apícola vamos a contemplar en este trabajo4.

En este marco se inserta la obra de este autor y político extremeño que tradujo al castellano y amplió una de las obras de agricultura más importantes de todo el siglo XVIII europeo, el Diccionario Universal de Agricultura del abate Rozier, que tanta influencia iba a ejercer entre los agrónomos y apicultores españoles del XIX.

A su vez debemos saber que el abate Juan Rozier fue un célebre agrónomo francés nacido en Lyon en 1734 donde fue profesor de la Escuela de Veterinaria a la muerte de Bourgelat. Su famoso Diccionario contiene millares de artículos a cual más interesante, y alcanzó enseguida una enorme difusión. Al poco de iniciarse su edición en Francia, Francisco Fernández Molinillo la dio a conocer a la Sociedad Económica Matritense influyendo de manera poderosa en multitud de libros grandes y pequeños que se publicaron a continuación. Se supone que murió como consecuencia de una bomba arrojada por las tropas de la Convención que sitiaban la ciudad.

El Diccionario de Agricultura del Abate François Rozier[]

En 1797 se inició la publicación de los tomos de esta obra en el establecimiento tipográfico de Pedro Julián Pereyra según la traducción de Juan Álvarez Guerra, que se presenta en la obra como individuo de la clase de Agricultura de la Real Sociedad Económica de Madrid. Dedicada al Príncipe de la Paz, “por el influxo que ha tenido en su publicación … y los ojos favorables con que ha mirado la traducción presente”, es plenamente consciente el traductor de que se trata “del libro más completo de Agricultura que se conoce hasta ahora”.

Y así es, en efecto. Tras el formidable declive científico que experimenta España a todo lo largo del Barroco, con el leve repunte del movimiento novator en tierras de la Corona de Aragón5, a medida que empieza a tomar cuerpo el pensamiento ilustrado en ciertos sectores influentes de la sociedad que, bajo la protección del monarca se agrupa en tertulias y sociedades económicas, se advierte asimismo el tremendo atraso de nuestro país en relación con el resto de Europa. Atraso que estos mismos ilustrados tratan de remediar, a veces con mejor voluntad que acierto, con apresuradas traducciones sobre todo de los principales textos de los geopónicos franceses (Liger de Oxer, Natividad A. Pluche, Duhamel du Monceau, Dupuy y J. Vaniere), si bien no faltan tampoco versiones de obras inglesas (Hall), alemanas (C.C. Sturm) o portuguesas (T. de Almeida).

Una característica común que encontramos en la mayoría de las versiones hispanas de las obras de estos autores extranjeros, lo mismo que veremos sucede con que hace Álvarez Guerra de Rozier, es la libertad que se toman para trasladar los modelos teóricos del país correspondiente a la realidad del

agro español, lo que las convierte, en la mayoría de los casos, en versiones bastante personales y diferenciadas de las originales, tal como reconoce entre otros el malogrado profesor Ernets Lluch en lo que se refiere a la “Agricultura” de Valcárcel / Dupuy (6).

Resulta curioso que el origen de este importantísimo texto agrícola se encuentre, precisamente, en el encargo que a su traductor hizo la Sociedad Económica Matritense para que hiciese un extracto con las diversas memorias que participaron en el concurso que hizo en 1795 “Sobre el modo de fomentar el cultivo de las abejas”, que le obligó “a leer los artículos ABEJA, CERA, MIEL y PRÓPOLIS del Diccionario de Agricultura del abate Rozier. Enterado con este motivo de nuestro atraso en este ramo de agricultura económica, cultivado más o menos en todas nuestras provincias, y deseoso de fomentarlo, me resolví a traducir y formar de los artículos que acababa de leer un tratado completo de abejas”.

Debió de formar una obra apícola más o menos completa con la traducción del Diccionario, lo que animó al traductor a extender el trabajo a toda la obra de Rozier como habían intentado con anterioridad otras personas. Con la ayuda de diversos químicos, naturalistas, botánicos, agricultores, médicos, cirujanos y veterinarios, cuyo nombre omite, acometió y culminó tan ingente tarea incorporando a su vez los conocimientos que se refieren al territorio hispano, lo que destaca en cada momento con un asterisco, y desechando algunos otros que no tienen que ver con nuestra realidad. De todas formas deja claro que su obra, pues podemos hablar de un texto en cierto modo original, “es más propia para despertar el gusto de los que deseen conocer los medios de fomentar el cultivo de la tierra, que para instruirse a fondo en la economía política”.

Sigue un “Discurso preliminar” estructurado en ocho largos artículos antes de dar paso a las distintas voces que componen este Diccionario.

La parte apícola del mismo ocupa una extensión desmesurada si tenemos en cuenta la importancia de esta industria en la economía agropecuaria, de todas formas el hecho de que el origen de la traducción se encuentra, precisamente, en la necesidad de componer “un tratado completo de abejas”, comprenderemos porqué Juan Álvarez concede tanta importancia a los vocablos apícolas de ABEJA, CERA y MIEL. De hecho la voz ABEJA se extiende desde la página 9 a la 193 del primer volumen, lo que obliga al autor a estructurarla en tres partes, cada una dividida y subdividida en capítulos y secciones. Para ver cómo organiza el texto vamos a reproducir los enunciados de las partes y capítulos de que se compone, no lo hacemos con las secciones para no hacer demasiado extensa la descripción:

  • Parte Primera
    • Cap. I: De las diferentes especies de abejas
    • Cap. II: De la reyna
    • Cap. III: De los zánganos
    • Cap. IV: De las abejas trabajadoras
    • Cap. V: De los caminos que sigue la naturaleza en la reproducción de las abejas
    • Cap. VI: De la postura de la reyna
    • Cap. VII: Del gobierno de las abejas
    • Cap. VIII: De las especies de abejas conocidas baxo el nombre de abejas silvestres
  • Parte Segunda: Del colmenar y de las colmenas
    • Cap. I: Del colmenar
    • Cap. II: De la colocación de un colmenar a poca costa
    • Cap. III: De la colocación de las colmenas
    • Cap. IV: De las diferentes especies de colmenas
  • Parte Tercera
    • Cap. I: Del conocimiento de las colmenas y de su transporte
    • Cap. II: Del tiempo en que se prohibe a las abejas la salida de su domicilio. Cómo se las debe disponer para pasar el inverno, y de los cuidados que exigen durante esta estación
    • Cap. III: De la salida de las abejas después del invierno, y de los cuidados que exigen entonces
    • Cap. IV: De las enfermedades a que están sujetas las abejas, y de los remedios que pueden emplearse para su curación
    • Cap. V: Del pillage, y de los enemigos de las abejas
    • Cap. VI: De las circunstancias en que es necesario proveer a las abejas de comida, qual es la especie de alimento que debe dárseles, y de que manera
    • Cap. VII: Del trasiego de las colmenas
    • Cap. VIII: De la manera de castrar las diferentes especies de colmenas
    • Cap. IX: De los modos de mantener las abejas con actividad para el trabajo
    • Cap. X: De los enxambres
    • Cap. XI: De los enxambres artificiales
    • Cap. XII: Método abreviado de gobernar las abejas en todo el año

Tal como tenemos por costumbre, vamos a analizar el contenido de esta obra agrupando sus contenidos en apartados distintos, teniendo presente que cuando concluye de tratar los aspectos técnicos de la explotación colmenera, según señala en el índice que acabamos de ver dedica el último capítulo a resumir las principales tareas del colmenar a lo largo del año. En el primer apartado engloba los meses del invierno, osea Noviembre, Diciembre, Enero y Febrero, y en otros sucesivos e independientes los de Marzo, Abril, Mayo, Junio y Julio. Entre las páginas 138-148 del tomo quinto aborda la voz CERA en las siete secciones siguientes:

  • Sec. I: De dónde proviene originariamente la cera
  • Sec. II: Sobre qué especies de plantas juntan las abejas la materia para la cera, y cómo hacen esta cosecha
  • Sec. III: Quál es el laboratorio donde la abeja prepara la cera, y cómo la hace salir de él. En el tomo IX, entre las páginas 138-148 atiende a la voz MIEL en las seis secciones que llevan por enunciado:
  • Sec. I: Del origen de la miel, y sobre qué plantas la recogen las abejas
  • Sec. II: Cómo hace la abeja la cosecha de miel
  • Sec. III: Cómo está la miel en los alvéolos o celdillas
  • Sec. IV: Del modo de extraer la miel de los panales
  • Sec. V: De las diferentes especies de miel
  • Sec. VI: De los diferentes usos en que se emplea la miel.
  • Autores: José María de Jaime Lorén, José de Jaime Gómez

Trabajo completo[]

  1. Aspectos apicolas en los escritos y traducciones del ilustrado extremeño Juan Alvarez Guerra. PDF 186 Kb. José María de Jaime Lorén, José de Jaime Gómez. Revista de estudios extremeños, ISSN 0210-2854, Vol. 59, Nº 2, 2003, pags. 871-898.
  • 4 ROZIER, J. (1797-1803): Curso completo o Diccionario Universal de Agricultura teóricopráctica,

económica y de medicina rural y veterinaria, escrita en francés por una sociedad de agrónomos y ordenado por el abate Rozier, traducido al castellano por D. Juan Álvarez Guerra. Madrid, Imprenta Real, 16 t., 4º. Bibl. Nacional: 3/50625-40. Ed. 1955: La apicultura hace 200 años. Apicultura, 37, 4-5; 41, 15-16; 43, 12-14; 44, 17-18; 46, 19-20; 47, 11; 48, 9-11; 49, 14-16; 50-51, 13-14; 52-53, 13-14; 54, 12-13; 56, 15-16; 57, 17-18; 58, 13-14; 60, 19. Madrid.

Véase también[]

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