Se llaman inflorescencias a las ramificaciones del tallo que portan las flores.
Se diferencian del resto del tallo vegetativo por algunas características tales como:
- Tienen crecimiento limitado, concluyendo su vida cuando se ha realizado la función reproductora, a diferencia del tallo vegetativo que tiene crecimiento ilimitado.
- Sus yemas se suelen transformar en ramas, de ahí que a menudo estén muy ramificadas, a diferencia del tallo vegetativo que mantiene yemas inactivas.
- Suelen presentar hojas diferentes en el tamaño, forma y color de las que porta el tallo vegetativo. Estas hojas se denominan brácteas, y su misión suele ser la protección de las ramas reproductoras.
- La ramificación de la inflorescencia se completa en muy poco tiempo, a diferencia de la relativa lentitud del tallo vegetativo para ramificarse.
- Los elementos de las inflorescencias son tallos o ramas con hojas en cuyas axilas nacen flores. A los tallos se les llama eje de la inflorescencia, que puede ramificarse en ejes secundarios, terciarios, etc.
Las hojas de las inflorescencias se denominan brácteas o hipsófilos, y de sus yemas axilares se originan tanto los ejes como las flores.
Las inflorescencias se denominan abiertas cuando los meristemos apicales de los diversos ejes mantienen su actividad mientras dura el crecimiento de éstas. En este tipo de inflorescencias todas las flores son laterales.
Se denominan cerradas cuando los meristemos apicales de los diversos ejes se consumen en la producción de flores. Por debajo de la yema terminal convertida en flor, otras yemas laterales producen nuevos ejes. En este tipo de inflorescencias todas las flores son terminales.
En las inflorescencias abiertas el eje de crecimiento va produciendo yemas laterales a medida que crece, siendo las yemas más antiguas las más alejadas del ápice. Por lo tanto, en este tipo de inflorescencias se abrirán antes las flores más alejadas del ápice.
Por el contrario, en las inflorescencias cerradas la flor terminal del eje principal es la primera en abrirse, seguida de las flores terminales de lo ejes de segundo orden, tercer orden, etc. A veces los ejes de la inflorescencia son muy cortos y las flores aparecen más o menos apretadas, formando inflorescencias condensadas.
Tipos de inflorescencias[]
Inflorescencias abiertas o racemosas[]
Panícula abierta. Es la inflorescencia más primitiva de la que se originarán las demás. Está constituida por un eje primario sobre el que se disponen ejes secundarios y flores, que a su vez se dividen en ejes terciarios y flores, etc. Si este grado de ramificación se mantienen constante a lo largo del eje principal, la panícula presenta un aspecto cilíndrico, pero si las ramas inferiores se ramifican más que las superiores, la panícula presenta un aspecto cónico. En ocasiones el desarrollo de los ejes de las ramas inferiores es muchísimo mayor que el de las superiores, situándose todas las flores en una superficie convexa, plana o cóncava, denominándose en este caso panícula abierta corimbiforme.
En el caso de que los ejes secundarios laterales de una panícula se simplifiquen hasta constituir una sola flor inserta directamente sobre el eje de la inforescencia, obtenemos la inflorescencia denominada racimo, que puede sufrir modificaciones de los ejes y así, si los pedicelos de las flores no se alargan y éstas aparecen sentadas a lo largo del eje de la inflorescencia, estamos ante una espiga. Si los entrenudos del eje principal permanecen cortos y todas las flores salen de un mismo punto, donde se acumulan también las brácteas, estamos ante una umbela. Si todos los ejes de la inflorescencia permanecen cortos, ensanchados y unidos formando una base donde se insertan las flores sentadas, estamos ante un capítulo.
A su vez, los racimos y las espigas presentan algunas variantes. Cuando el racimo típico de contorno más o menos cilíndrico pasa a tener contorno cónico se denomina panoja. Si en un racimo las flores alcanzan todas el mismo nivel estamos ante un corimbo. Si la espiga tiene pocas flores y éstas son hermafroditas, desnudas y protegidas por brácteas estamos ante una espiguilla. Cuando la espiga lleva flores unisexuales y el eje es flexible, por lo que la inflorescencia cuelga, estamos ante un amento. Si el eje es grueso y carnoso estamos ante un espádice. Por último, el eje puede ser cónico, llevar los entrenudos muy juntos y hacerse leñoso en la madurez, estando entonces ante una piña.
Las diversas variaciones que pueden aparecer en el eje principal en cuanto al alargamiento de los entrenudos y los pedicelos florales también pueden presentarse en los ejes secundarios, pudiendo ser éstos, por tanto, racimos, espigas, umbelas, capítulos, etc. que se insertan sobre el eje principal, llegándose así a las inflorescencias abiertas complejas tales como racimo de espigas, racimo de umbelas, racimo de capítulos, espiga de espigas, espiga de umbelas, espiga de capítulos, umbela de umbelas, umbela de capítulos, umbela de racimos, umbela de espigas, etc.
Inflorescencias cerradas o cimosas[]
El tipo primitivo es la panícula cerrada, constituida por un sistema de ejes primario, secundarios, terciarios, etc. cuyas yemas se consumen en la formación de flores terminales. La ramificación continúa porque algunas de las yemas laterales de los ejes toman la primacía del crecimiento y producen ramas de orden inferior que a su vez acaban en flores. También aquí el desarrollo de las ramas laterales puede ser homogéneo en toda la inflorescencia, dándole a la panícula un contorno cilíndrico, pero es frecuente que las ramas superiores ramifiquen menos y que el aspecto sea el de un cono. Cuando el desarrollo de las ramas inferiores permite que todas las flores se sitúen en una superficie plana o ligeramente cóncava o convexa estamos ante una panícula corimbiforme. Es frecuente que al dejar de crecer pronto el eje principal por rematar en una flor algunas de las ramas laterales superen a la flor terminal del eje principal, llamándose esta inflorescencia antela.
Puede ocurrir que de cada nudo del eje principal parta una rama secundaria (panícula cerrada dispersa) o bien dos, opuestas según un plano que forma un ángulo de 90º con el del nudo siguiente (panícula cerrada decusada). Cuando todos los entrenudos de una panícula cerrada dispersa se reducen, las ramas laterales parten todas del mismo punto, denominándose la inflorescencia pleocasio o cima multípara. Si en las panículas decusadas sólo se activan las yemas del nudo superior, la inflorescencia se llama dicasio o cima bípara; pero a veces, de las dos yemas del nudo superior se activa sólo una, estando ante un monocasio o cima unípara. Puede ser que se active siempre la yema de la derecha o de la izquierda, siempre las de un mismo lado, estando antonces ante una cima unípara escorpioidea o drepanio. Si se activa alternativamente una yema de la izquierda y de la derecha estaremos ante un cincino.
Inflorescencias condensadas[]
Cuando los ejes de las inflorescencias permanecen sin alargarse, las flores aparecen apretadas, cosa que ocurre tanto en las inflorescencias abiertas como en las cerradas. A veces se observan las flores tan juntas que es muy difícil deducir la inflorescencia de origen. Estamos entonces ante un glomérulo. Cuando los glomérulos se disponen en las axilas de brácteas decusadas, puede parecer que las flores forman verticilos en los nudos, denominándose a esta inflorescencia verticilastro. Otra clase de inflorescencia condensada es el ciatio, propio de la familia Euphorbiaceae, resultado de la contracción de cinco cimas uníparas de flores masculinas junto con una flor femenina, todo ello protegido por cinco brácteas soldadas.