Las antenas son apéndices con libre movilidad, con sus bases que encajan dentro de una pequeña área membranosa de la pared de la cabeza. Cada antena gira sobre un solo punto de articulación del borde de la base y está provista de cuatro músculos que salen del tentorio del mismo lado de la cabeza.
Cada apéndice tiene además una unión, parecida a un codo, entre su segmento basal, o escapo y la parte flexible distal llamada el flagelo. El escapo de la antena de los zánganos es más corto que el de las obreras, pero el flagelo del zángano es mucho más largo y consta de 12 artejos cortos mientras que la obrera y la reina solamente tienen 11 artejos.
Las antenas son órganos sensoriales importantes. Cada apéndice es recorrido internamente por un nervio doble y grande desde el cerebro. El flagelo está cubierto por pequeños pelos inervados y otras estructuras sensoriales diminutas de varios tipos. Es difícil determinar la función de cada variedad de órganos de los sentidos, pero las antenas responden particularmente a estímulos del tacto y del olfato.
Las antenas[]
Diversos órganos sensibles o sensilias se ubican en las antenas; algunos de ellos en gran número, en especial hacia el extremo del flagelo. En una sola de las antenas del zángano existen cerca de 500.000 sensilias, de las cuales 30.000 son las denominadas placas sensibles.
La antena de la obrera tiene entre 5.000 y 6.000 placas sensibles, pero la reina posee sólo de 2.000 a 3.000. Algunas sensilias están ubicadas en la boca y otras en el cuerpo, por lo general en gran cantidad.
Una sensilia se compone de una o varias células sensibles con una fibra nerviosa conectada al sistema nervioso central y el otro extremo distal en íntima conexión con la cutícula. Las antenas parecen ser el principal, aunque no el único, sitio de ubicación de los órganos del gusto y del olfato.