Amédée Florent Jacques escribe el libro titulado: Excursion au Rio-Salado et dans le Chaco, Confédération argentine publicado 1857. Jacques en el pie de la página Nº 57 expresa que M. Durand-Savoyat (Monsieur Durand Savoyat) llega a Montevideo en 1852 le pregunta por carta sobre la posibilidad de recibir a inmigrantes Franceses dispuestos a partir del departamento l´Isère de Francia.
Traducción de la parte final de la página Nº 57[]
- Traducción de Pierre Boiton.
En 1852, poco tiempo después de mi llegada en Montevideo, M. DURAND-SAVOYAT que había sido miembro de la Asamblea Constituyente y de la Asamblea Legislativa en el tiempo de la República de 1848, profesor de agricultura, me consultaba en una carta para conocer la oportunidad que había de aconsejar a numerosas personas del departamento de Isère decididas a emigrar de elegir el territorio de la República Oriental. Debo responder que la situación política de este estado no estaba a mi parecer bastante consolidada para aconsejar probar fortuna en esa región. Los acontecimientos que han seguido me han dado afortunadamente la razón. En caso de que mi excelente compatriota pueda leer estas líneas, y si hay aún en su región gente que quieren emigrar, le propongo una cita en Santiago del Estero en los seis primeros meses del año próximo.
Libro del autor[]
- Amédée Florent Jacques (1857). Excursion au Rio-Salado et dans le Chaco, Confédération argentine Libro Total PDF 2.193 Kb.
Véase también[]
http://www.culturaapicola.com.ar/apuntes/libros/Durand_Savoyat/01.png http://www.culturaapicola.com.ar/apuntes/libros/Durand_Savoyat/02.png
En 1852, poco tiempo después de mi llegada en Montevideo, M. DURAND-SAVOYAT que había sido miembro de la Asamblea Constituyente y de la Asamblea Legislativa en el tiempo de la República de 1848, profesor de agricultura, me consultaba en una carta para conocer la oportunidad que había de aconsejar a numerosas personas del departamento de Isère decididas a emigrar de elegir el territorio de la República Oriental. Debo responder que la situación política de este estado no estaba a mi parecer bastante consolidada para aconsejar probar fortuna en esa región. Los acontecimientos que han seguido me han dado afortunadamente la razón. En caso de que mi excelente compatriota pueda leer estas líneas, y si hay aún en su región gente que quieren emigrar, le propongo una cita en Santiago del Estero en los seis primeros meses del año próximo.