El agua destilada es aquella a la que se le ha eliminado la práctica totalidad de impurezas e ion[[es mediante [[destilación (el agua llega a su punto de ebullición y se recogen sus vapores, condensándolos).]] Un montaje típico de laboratorio para llevar a cabo la destilación consta de un matraz, un condensador y otro matraz para recoger el destilado (figura). ]]
Típico montaje para la destilación de líquidos a escala de laboratorio
Propiedades[]
Debido a su relativamente elevada pureza, algunas propiedades físicas de este tipo de agua son significativamente diferentes a las del agua de consumo diario. Por ejemplo, la conductividad del agua destilada es casi nula (dependiendo del grado de destilación) pues a diferencia del agua del grifo común, carece de muchos iones que producen la conductividad, habitualmente cloruros, calcio, magnesio y fluoruros.
En la experimentación química, un fenómeno que existe en cualquier líquido o disolución que esté libre de impurezas macroscópicas como el caso del agua destilada, es que puede ser calentado en un horno microondas por encima de su punto de ebullición sin hervir. Sólo cuando este líquido es agitado violentamente o se le añaden impurezas como partículas de polvo o cristales (por ejemplo cloruro sódico (sal común) o azúcar), hierve de forma repentina y explosiva, pudiendo causar quemaduras.
Efectos fisiológicos[]
El agua destilada y desionizada carece de iones fluoruro, que normalmente son añadidos a las aguas potables para impedir la formación de caries, por este motivo el consumo regular de agua destilada puede incrementar considerablemente el riesgo de padecer caries. De todas formas, la mayoría de la gente sigue cocinando con agua del grifo y ésta aporta la cantidad suficiente de fluoruro para mantener una higiene normal. Otros iones presentes en el agua del grifo, como el calcio y el magnesio, están en tan baja concentración que su ausencia se compensa con su ingesta por otras fuentes.